28 abril, 2007
A este paso no vamos a tener aquí mucho tráfico con una entrada nueva cada cinco meses... menos mal que no me gano la vida con esto. Debe ser una crisis creativa. O una falta completa de creatividad. En realidad es que no hay grandes novedades en el panorama del audio, las cosas están más o menos como siempre. La definición de Audiófilo en la Wikipedia "Spanish" el mismo bodrio que era el verano pasado, los foros con sus días mejores y sus días peores, las revistas a lo suyo, los vendedores también y la mayoría de los fabricantes, a intentar cazar cuantos bobos pueden. Y a eso se han unido los chinos. Nos vamos a enterar. Todo apunta a que el audio "de excepción" como lo llama un conocido importador español, está de capa MUY caída. La gente cada vez escucha menos música y la poca que escucha, comercial y mal producida (por no decir mala de solemnidad) para escuchar "eso" no hacen falta grandes equipos. De hecho esa música suena mejor en la radio de un coche o una minicadena que en un buen equipo. Demasiados defectos como para que suene bien. Además la gente quiere ver películas y gasta su buen dinero en pantallas grandes, planitas y vistosas. Debe ser más entretenido que sentarse a escuchar un buen disco. Y muchos de los pocos que están interesados por la música que no es comercial, escuchan lo que descargan a su ordenador en mp3, o en su reproductor portátil. Asusta pensar que Apple con su iTunes ha generado más ventas que el mercado del vinilo. No tengo las cifras, pero seguramente han vendido más que los vinilos y los SACDs juntos. Eso debe querer decir algo.
La gente a la que le gusta la música, es capaz de pasar buenos ratos escuchándola y quiere hacerlo en buenas condiciones de calidad de sonido, somos una especie en vías de extinción.
El panorama musical sí tiene unas cuantas novedades, algunas tristes, como las muertes de Michael Brecker, Andrew Hill y Rostropovich y otras interesantes y alegres como los nuevos discos de Shep Meyers, Jane Monheit, Medeski y Martin, el set de Mosaic de Chu Berry ... hay que ir actualizando los pedidos.
Por cierto, el programa de radio sigue funcionando, vamos por la edición número 26. Lo que no sabemos es si las emisoras pequeñas e independientes podrán sobrevivir. Los buitres de la RIAA pretenden gravar con unos derechos abusivos a las pequeñas emisoras de internet, de manera que para cualquier emisora que no viva de esto, no emita publicidad y dependa de la pasión de su propietario (como Mod Radio UK) continuar emitiendo se hace insostenible. En Live 365 están con la iniciativa de que los oyentes americanos escriban o llamen a sus representantes en el Congreso para detener el abuso. Veremos en qué acaba todo. Esto apunta a que la codicia de las discográficas apoyada en las gestoras de derechos va a poder más que el amor a la música de gente que sin ánimo de lucro dedica su tiempo, esfuerzos y conocimiento a que otros puedan disfrutar. Puñetera avaricia de los hombres.... pena de planeta.
La gente a la que le gusta la música, es capaz de pasar buenos ratos escuchándola y quiere hacerlo en buenas condiciones de calidad de sonido, somos una especie en vías de extinción.
El panorama musical sí tiene unas cuantas novedades, algunas tristes, como las muertes de Michael Brecker, Andrew Hill y Rostropovich y otras interesantes y alegres como los nuevos discos de Shep Meyers, Jane Monheit, Medeski y Martin, el set de Mosaic de Chu Berry ... hay que ir actualizando los pedidos.
Por cierto, el programa de radio sigue funcionando, vamos por la edición número 26. Lo que no sabemos es si las emisoras pequeñas e independientes podrán sobrevivir. Los buitres de la RIAA pretenden gravar con unos derechos abusivos a las pequeñas emisoras de internet, de manera que para cualquier emisora que no viva de esto, no emita publicidad y dependa de la pasión de su propietario (como Mod Radio UK) continuar emitiendo se hace insostenible. En Live 365 están con la iniciativa de que los oyentes americanos escriban o llamen a sus representantes en el Congreso para detener el abuso. Veremos en qué acaba todo. Esto apunta a que la codicia de las discográficas apoyada en las gestoras de derechos va a poder más que el amor a la música de gente que sin ánimo de lucro dedica su tiempo, esfuerzos y conocimiento a que otros puedan disfrutar. Puñetera avaricia de los hombres.... pena de planeta.
